Estamos prácticamente a la mitad del Apertura 2009 y nos parece oportuno hacer una breve evaluación del andar americanista durante la primera parte de la competencia. La actualidad de las Águilas es realmente prometedora, pero para entender el presente que vive el club, es necesario recordar los antecedentes más recientes que envuelven al equipo de Coapa, antecedentes no muy gratos por cierto y que directamente influyen en el estado de ánimo actual de la mayoría de aficionados del América. En efecto, dos años totalmente obscuros ycon resultados históricamente malos, se asomaban allá por el mes de junio, cuando la pretemporada comenzaba y la época de altas y bajas comenzaba a arrojar noticias diariamente. Basados en las experiencias anteriores con esta directiva, el panorama lógicamente no lucía favorable, pues los aficionados se estaban acostumbrando a los errores y a los malos manejos de los que administran al club. No era para menos. Hoy el ánimo es el mejor en los americanistas, máxime si dejamos de lado el último partido de exhibición en Kansas City, donde la avalancha de cambios dejó un resultado negativo. Es una reacción muy humana el hecho de estar felicespor una racha si bien importante, aún corta (insignificante si se compara con aquella racha de28 juegos invictos cuando Mario Carrillo era el técnico), de partidos sin perder, luego de que durante 24 meses fueron todas, o casi todas, frustraciones, tristezas y enojos. Es por eso que desde este lugar invitamos a la reflexión en el sentido de no caer en los extremos y por el contrario, tratar de ser lo más equilibrado posible. Es decir, estamos apenas por saborear la novena fecha de un torneo en el que los finalistas juegan 23 encuentros: viéndolo así no estamos ni a la mitad. En los ocho partidos que han jugado las Águilas, pudimos encontrar diferentes facetas. Las primeras dos jornadas se parecían mucho a “los dos años negros” (por llamarle de alguna manera a la peor época del americanismo). Sin embargo, ya desde la lujosapretemporada antetres poderosos europeos,el equipo había mostrado una mejoría notable, por lo que resultaba casi inexplicable el mediocre accionar ante San Luis y Morelia. La victoriaen Ciudad Juárez en la jornada tres marcó un punto de inflexión en el cual los de amarillo empezaron a creer en sí mismos, al igual que el técnico, quien a partir de ahí encontró su once titular y empezó a plasmar, por fin, su idea futbolística. Después vino Atlas, Cruz Azul (que desde el 2003 es sinónimo de puntos para las Águilas) y el abrazo de reconciliación entre el equipo y el público del Azteca con la goleada 7-2 al Toluca, reconfirmado quince días después con el 5-0 a Estudiantes, con un empate vistando a Tigres de por medio, donde a pesar de ello se dejó una buena imagen. Algo también muy rescatable es el momento que viven individualmente muchos de los jugadores azulcremas. Ochoa, Rojas, Mosquera, Pardo, Beausejour, Reyna, Esqueda, Montenegro y Cabañas están jugando a su mejor nivel o muy cerca de éste. Estamos hablando de nueve de once titulares, mientras que en la banca también se pueden encontrar opciones muy interesantes que no desentonan y hacen que la competencia interna seaintensa, un factorque favorece a que los estelares no se “duerman” y aflojen su nivel. En resumen,por ahorasólo se puede decir felicitaciones a los responsables de la actualidad de las Águilas: Jugadores, cuerpo técnico, directiva y por supuesto, la afición, quizás la única de las partes que nunca bajó su nivel. Finalmente, hoy las tablas dicen que el América es líder de su grupo y sublíder general, además de contar con el máximo goleador del campeonato, nos referimos, por supuesto,aCabañas. El balance entonces, obligatoriamente tiene que ser muy bueno, aunque recordemos que el que realmente cuenta es el que se hace en diciembre, cuando sepamos si este momento de gracia queda ahí, o si se convierte en un capítulo dorado en la hostoria del Club América. Artemio Flores, Director Editorial de AméricaMonumental.com Foto: Mexsport