En las últimas décadas fueron varios los jugadores que lamentablemente se marcharon de América por la puerta de atrás, incluido Marco Antonio Figueroa, quien apenas disputó la temporada 1990-1991 con la camisa azulcrema.

Hoy, 20 años después, se refirió a aquella confusa situación en la entrevista con ESPN: "Hugo Enrique Kiese y Panchito Hernández -los encargados del equipo en aquel entonces- no me dieron la oportunidad ni la confianza como se las brindaron a otros extranjeros. Yo tenía dos años de contrato y al salir del club me transfirieron a Chile".

"Por contrato, pues ahí había una cláusula, me prohibieron regresar a México hasta que pasaran dos años. Fue injusta la forma en la que me sacaron. Tuve que estar todo ese tiempo fuera del país y hasta 1993 volví, porque Don Nicandro Ortiz la llamó a mi señora y le dijo que me compraría de nuevo para jugar en Morelia", añadió el Fantasma.

Además, reveló una anécdota insólita pero real de por qué el entrenador yugoslavo Dragoslav Sekularac no lo tuvo en cuenta, al margen de haber aclarado que "no hablaba el idioma y era difícil entender lo que quería". Parece que no le caían bien los chilenos...

"Un día decidí encararlo y me echó a mí la culpa del Mundial 1962... ¡Pero yo nací en el 62! Me dijo que por culpa de los chilenos no ganaron el tercer lugar, que les habíamos robado. Nosotros quedamos terceros en esa Copa del Mundo y justamente vencimos a Yugoslavia. Todo se me venía encima y yo ni idea tenía (risas)", compartió el actual técnico de Cobreloa de su país acerca de aquel encuentro que culminó 1-0 para la Roja con un gol sobre la hora en el certamen en el que fue local.

Luego de haber sido Campeón de la Copa de la Concacaf con el Ame, el trasandino también tuvo un breve paso por Celaya antes de retornar a estas tierras para ser entrenador en diversas entidades.

Y otros cracks como Francisco Palencia hubiesen querido jugar...