El vuelco inesperado que podría tener el Club América y el futbol de México

El futbol mundial (entre ellos la Liga MX y, por supuesto, también el Club América) se sacudió en las últimas semanas. Así como alguna vez pasó con el PSG que fue comprado por el empresario qatarí Nasser Al-Khelaifi, provocando un cambio profundo en la Ligue 1 de Francia y en las competencias europeas (sin la necesidad de mencionar la contratación de Lionel Messi que impactó a nivel no solo deportivo, sino también económico), el Newcastle también podría salir a flote, puntualmente por el reciente arribo del príncipe de Arabia Saudita Mohammed Bin Salman, quien promete una reestructuración del club inglés con contrataciones de figuras a cambio de cifras exorbitantes.

Pero al parecer, los ojos del árabe no estarían nada más que en el Viejo Continente. De acuerdo a diferentes reportes de medios como el Diario AS de España, sus intenciones, además, serían las de desembarcar en América, en principio, en el cono sur, y más precisamente en la Serie A de Brasil, con un principal apuntado que sería el Cruzeiro.

 

Siguiendo en esa línea que, evidentemente, se transforma en una tendencia cada vez más frecuente como el desembarco de los capitales chinos a clubes como el AC Milan, Inter y el Atlético de Madrid, lo más lógico sería que la Liga MX, una de las más poderosas a nivel económico en estas latitudes, no se quede afuera de los giros que transforman significativamente al balompié.

De hecho, por qué no pensar directamente en que las Águilas del América podrían recibir la misma bendición que el Newcastle, elenco que actualmente se ubica anteúltimo en la Premier League, pero que ya cuenta con el aporte de un grupo empresario con un capital declarado de más de 320 millones de euros, curiosamente, como para tomar dimensión, 11 veces más que el de los dueños del Manchester City.

 

 

Por otro lado, vale resaltar que este nuevo proceder en el futbol, es seriamente criticado en Europa, dado que, bordea (por decirlo de alguna manera) el irrespeto al Fair Play financiero que se le aplica a los integrantes de algunas de las ligas, cuyas autoridades decretaron este límite justamente para evitar una presunta distorsión en las competencias.