Guillermo Ochoa es, sin dudas, uno delos porteros más importantes de las Águilas del América y de la Selección de México. Y ese lugar que desde hace un tiempo lo hizo realidad a base de trabajo y de talento, tuvo supunto de partida en el Nido, día que el propio protagonista decidió revelar en detalleen una entrevista que le otorgó a la revista Caras.

”Yo quería jugar al futbol y mi papá me buscó alguna escuela. Me dijo que me había conseguido la del América, pero yo no sabía cuándo iba a poder, porque para entrar había una lista de espera enorme y los cupos eran muy limitados. Aunque un día llegó a casa y me dijo: “Agarra tus zapatos y tus espinilleras” –los metí a una mochila y me dijo–, “acompáñame”’‘, contó Memo en la nota.

Asimismo, Guillermo Ochoa contó cómo fueron los instantes previos a su llegada al Club América, en lo que, a la postre, fue el puntapié para su exitosa carrera futbolística: ”Me acuerdo que tomamos la calle División del Norte, subimos un puente, y la verdad es que yo estaba muy chico y no recordaba dónde estaba ubicado el Club América, pero cuando vi el escudo enorme afuera del club, empecé a sospechar”.

Guillermo Ochoa de pequeño en el Club América. CARAS.

Para cerrar, el relato de la anécdota, el portero de las Águilas y de la Selección de México recordó el diálogo que tuvo con su padre en ese momento: ”Entramos y dijo mi papá, “hoy tienes entrenamiento, toma tus cosas y vete a la cancha, al rato te alcanzo”. Yo no sabía ni qué hacer, me temblaban las piernas. Esa fue la primera ocasión que pisé el Club América”.

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