El mercado no se ha cerrado para el tricampeón. Tras la oferta del Ipswich Town por Sebastián Cáceres de 4 MDD y la postura del club de valorar al uruguayo en torno a 10 MDD, en Coapa ya trazan escenarios para no perder tracción competitiva en pleno Apertura 2025.
El americanismo lo sabe: vender bien es tan clave como reforzar mejor. Si la operación avanza, el movimiento no sería línea por línea. La brújula apunta a un refuerzo en la sala de máquinas y a sostener la zaga con lo que hay, apostando por jerarquía interna y cantera.
¿Qué movería América si se va Cáceres?
La salida del uruguayo liberaría plaza de extranjero y margen salarial para ir por un medio centro puro, el famoso “5”. En el radar aparece un perfil tipo Agustín Palavecino de Necaxa o, si el mercado sonríe, el anhelado regreso de Guido Rodríguez. La idea: más control, más recuperación y mejor primer pase para acelerar a las bandas.
Con un pivote élite, Jardine potencia a Fidalgo y Erick Sánchez, activa a los extremos y permite que el “10” flote más alto. América no pretende cambiar de identidad: quiere blindar el origen de la jugada para que el equipo vuelva a vivir en campo rival.
La apuesta del América si vende a Cáceres
La dupla Ramón Juárez–Israel Reyes es una ruta lógica, con Igor Lichnovsky como opción inmediata para rotación y jerarquía en duelos directos. El cuarto central sería Miguel Vázquez, un canterano que ya enseñó recursos en primera y al que le vendría bien una ventana real de minutos.
El mensaje es claro: si la balanza se inclina hacia el medio campo, la defensa se jugaría “en casa”, con automatismos ya trabajados y minutos que consolidan el proyecto. Menos fichajes por urgencia, más coherencia por sistema.