Una nueva oportunidad llegó para Santiago Solari y su América. El Indiecito sobrevivió al Clásico Capitalino, el empate sin goles le dio crédito para un juego más, esta vez ante Querétaro, pero con la conciencia de que volver a perder en casa sería suficiente motivo para que la directiva lo hiciera dejar el cargo con los malos resultados como argumento.

Con pocas modificaciones respecto a la oncena presentada en Ciudad Universitaria, las Águilas dieron muestra de una mayor intensidad y presionaban a su rival desde la salida, situación que los llevó a abrir pronto el marcador, esto gracias a una pelota parada en la que Bruno Valdez se sumó al ataque para conectar con la cabeza un centro medido de Diego Valdés y así poner en ventaja a los cremas.

 

Una vez arriba en el electrónico, los Millonetas siguieron con la idea de presionar alto y aprovechar los espacios que otorgaba su rival, pero de a poco se diluyeron, las ideas se empezaron a terminar y el juego cayó en un lapso en donde ninguna de las dos escuadras lograba imponer condiciones, esto hasta que Alejandro Zendejas le dio una ventaja numérica a Gallos.

El mediocampista recibió dos tarjetas amarillas, la segunda por una entrada a destiempo sobre Erik Vera que en el tiempo agregado antes del descanso dejaba a la visita con un hombre más en el terreno de juego. Pese a eso, Santiago Solari no modificó, mandó al campo a los mismos 10 elementos para iniciar el complemento.

Así como Zendejas se equivocó en la primera mitad, Juan Bautista Romagnoli hizo lo propio en el segundo tiempo. Una barrida imprudente del mediocampista argentino sobre Álvaro Fidalgo fue revisada por Fernando Hernández en el VAR toda vez que de inicio se había sancionado como tarjeta amarilla, pero después del chequeó vino la corrección y la tarjeta roja.

Con igualdad de elementos en el campo, el partido volvió a esa dinámica llena de imprecisiones por ambos bandos en la que América no era capaz de generar la oportunidad que liquidara el encuentro, y aunque Querétaro tampoco hacía demasiado por incomodar a Guillermo Ochoa, el juego llegaba a su recta final con la moneda en el aire.

Justo cuando parecía que América encontraría un respiro y volvería a sumar de a tres, vino una falta de Luis Fuentes dentro del área que fue sometida a revisión por el videoarbitraje. El juez sancionó pena máxima y Sepúlveda convirtió. La noche se amargó para los azulcremas con el tanto de una igualada que agudizó una crisis que parece no tener fin. Parece que la hora de terminar el proceso de Solari llegó.