El América vive incómodo en el estadio azulcrema: inmueble viejo, accesos complicados y un entorno político que ya provocó un juego a puerta cerrada. Con ese panorama, en la directiva se abrió la ventana de una mudanza anticipada para el Apertura 2025.

La idea ganaba tracción porque el equipo necesita estabilidad logística y taquilla garantizada. Pero el plan topó con pared: la alternativa que parecía más realista quedó fuera de la mesa y obliga a replantear el mapa de sedes para lo que resta del torneo.

Puebla, fuera del radar: obras con miras a 2026 la vuelven inviable

Según el portal MedioTiempo, el Estadio Cuauhtémoc entrará en remodelación para ser sede en el Mundial 2026. No recibirá partidos mundialistas, sí pretende ser un centro de entrenamiento para las selecciones que viajen para la Copa del Mundo.

Para el club, perder esa carta recorta drásticamente las opciones inmediatas. Y en pleno buen momento deportivo, mover al equipo sin certezas operativas sería arriesgar rutina, recuperación y poder de convocatoria.

¿Qué opciones quedan y qué complica la decisión?

En el tablero sobreviven plazas fuera de CDMX, pero trasladar “localías” cada semana implica más viajes, costos extra y desgaste. A nivel cancha, Jardine prioriza hábitos: menos kilómetros, más sesiones y el Nido como base. La ecuación es deportiva y financiera: ¿vale la pena sacrificar logística por escapar ya del azulcrema?

Con el calendario apretado y la pelea por la cima encendida, cada decisión pesa doble. El regreso al Coloso de Santa Úrsula apunta a mediados de 2026; hasta entonces, el reto será blindar el vestidor, maximizar la localía actual y convertir el ruido externo en combustible competitivo.