América cerró la Jornada 7 con un 2-0 sobre Pachuca y se afianzó como sublíder, a un punto del primer lugar. En una noche sin público, Allan Saint-Maximin volvió a aparecer en el marcador y encendió la conversación.
Más allá del festejo, dejó un mensaje futbolero: atreverse a pegarle desde lejos. Ese tiro de larga distancia cada vez menos habitual en el plantel reapareció con fuerza y abrió un camino que el equipo necesitaba.
El tiro lejano vuelve a ser una amenaza gracias Saint-Maximin
Saint-Maximin leyó el error del portero, levantó la cabeza y no dudó: disparo desde zona lejana y gol. Decisión, técnica y cero miedo a fallar en un ángulo incómodo: eso marcó la diferencia.
En meses recientes, América extrañó ese remate como herramienta para romper bloques bajos. El francés la reintroduce y, de paso, obliga a las defensas a achicar o salir: cualquier opción deja espacio entre líneas para los de segunda ola.
¿Titular tras la Fecha FIFA? El plan de trabajo y la altura de CDMX
Mientras Brian Rodríguez viaja con su selección, Saint-Maximin se quedará a entrenar bajo André Jardine. Objetivo: sumar carga, ganar ritmo y seguir aclimatando a la altura de la Ciudad de México.
Con dos semanas por delante, el escenario apunta a que llegue con más minutos en las piernas para el Clásico Nacional. La decisión final pasará por cómo asimile las cargas y por el equilibrio del once que imagina el cuerpo técnico.