En Coapa no hay minutos garantizados: el que rinde, juega. Bajo esa línea, Alexis Gutiérrez vive una realidad incómoda tras un traspaso que encendió debate desde el día uno. Llegó con etiqueta de apuesta costosa y, hasta hoy, su rol es residual en la pizarra de André Jardine.

El tema volvió a escena en una semana clave para el club. Entre cargas tácticas y gestión del vestidor, el mediocampista decidió mover ficha fuera de la cancha con un gesto que habla de hambre competitiva y de la urgencia por entrar a la rotación.

La petición de Gutiérrez a Jardine

De acuerdo con la versión difundida por el reportero Jonatan Peña, en pleno festejo de cumpleaños del técnico, Alexis se acercó, abrazó a Jardine y le soltó un mensaje sin rodeos: “Méteme a jugar”.

De fichaje caro a última opción: ¿qué hará el América?

El contexto no ayuda: la directiva desembolsó 5 millones de dólares por un perfil que no ha conseguido despegar. En los últimos cuatro juegos de Liga MX, Alexis sumó 9 minutos; en tres de esos duelos, no salió del banquillo. La foto es contundente: prioridad baja en la rotación actual.

¿Qué sigue? Dos rutas. La primera: reconstruir su caso deportivo con tareas específicas que eleven su impacto inmediato. La segunda: gestionar su rol para partidos y momentos concretos sin romper la química de un once que ya compite. Jardine no negocia sus principios.