El registro de Allan Saint-Maximin cerró el cupo de nueve no formados en México del Club América para el Apertura 2025. Con el plantel completo salvo una salida de última hora, la pizarra de André Jardine luce poderosa… pero también expone un problema que duele en Coapa: hay una plaza de extranjero que hoy no produce y, aun así, ocupa un lugar clave.
Esa ineficiencia no sólo pesa en la banca; condiciona decisiones deportivas y de mercado en plena pelea por la cima. Con la visita a Atlas en puerta, América disfruta el impulso de su remontada reciente, pero también debe resolver qué hacer con un elemento que perdió jerarquía, minutos y confianza.
¿Quién es hoy la plaza más desaprovechada en Coapa?
Víctor Dávila. El chileno llegó con buen cartel por lo mostrado en Necaxa y León, pero su etapa como azulcrema ha sido de picos y valles. En este Apertura 2025 la tendencia es clara: tras cinco fechas, acumula apenas 95 minutos y solo una titularidad. Hoy es la última opción ofensiva de Jardine, por detrás de extremos y ‘9’ que atraviesan mejor momento.
Lo más significativo es la pérdida de relevancia respecto al Clausura pasado. La competencia interna con Brian Rodríguez encendido, Zendejas consolidado y la irrupción de piezas jóvenes lo relegó a un rol testimonial. Para un cupo de extranjero, ese rendimiento es un lujo que América difícilmente puede permitirse.
El nudo económico que ata cualquier salida
Mover a Dávila no es sencillo. América pagó hace poco más de un año alrededor de 7 millones de dólares por su pase desde el futbol ruso y firmó un contrato de tres años por encima del millón anual. Ese combo monto invertido y salario enfría el interés de clubes que preguntaron por él, como opciones de media tabla en México o Sudamérica, pero que no pueden absorber su ficha.
Así, el club queda atrapado entre dos caminos: recuperar al jugador con un plan específico de minutos y escenarios puntuales o encontrar una cesión con reparto de salario que libere la plaza en el corto plazo.