El Gigante de Acero fue testigo de un nuevo inicio para América. Ya sin Santiago Solari en la dirección técnica, los azulcremas se presentaron en la casa de Monterrey para tratar de empezar a revertir el complicado momento que viven y que los hizo llegar a este encuentro en el fondo de la clasificación general.

El partido era un duelo de urgidos en donde los dos querían salir de lo más bajo de la tabla, por lo que no se guardarían nada y así lo demostraron los primeros 45 minutos, en los cuales el juego se tornó de dominio alterno y con oportunidades para que los dos cuadros abrieran el marcador, siendo las Águilas quienes lo consiguieron.

Una jugada a balón parado fue ejecutada por Diego Valdés con un servicio medido al corazón del área, justo a donde Álvaro Fidalgo hizo el movimiento para quedarse sin marca y conectar un cabezazo que dejó a Andrada sin oportunidad. De entrada, se marcó fuera de lugar, pero tras la revisión en el VAR, el árbitro decidió validar la anotación.

Poco le duró la ventaja a los Millonetas. A la siguiente jugada Rayados fue al frente y se encontró con la igualada. Rogelio Funes Mori aprovechó un error de ubicación de Bruno Valdez para levantarse y rematar de cabeza; Ochoa logró atajar la pelota, pero concedió un rebote que Joel Campbell aprovechó para poner paridad en el marcador.

TODO SE DEFINIÓ EN EL COMPLEMENTO

Al descanso ambos equipos se fueron con empate parcial, pero con la sensación de que en el complemento abrían más emociones y así fue. De entrada, América tuvo la oportunidad de recuperar la ventaja con una pelota que Henry Martín se encontró franca delante al marco, pero no la capitalizó debido a que mandó el esférico por encima del arco.

Instantes después, Rodolfo Pizarro logró levantar la bola y prolongarla dentro del área chica, esto sirvió para asistir a un Funes Mori que definió con un disparo de aire que le rompió la puerta a Guillermo Ochoa. Los azulcremas se iban a la lona y tenían que remar contracorriente para tratar de rescatar algo.

Con la necesidad de encontrar el empate, Fernando Ortiz movió sus piezas y mandó al campo a Richard Sánchez y Roger Martínez como sus primeras variantes para tratar de inquietar más a la defensiva rayada. No había tiempo para especular, una derrota los reafirmaría como sotaneros generales.

Sobre la hora, más con ímpetu que con argumentos, América fue a buscar el empate, pero no lo consiguió. La crisis empeora en el Nido semana a semana y ya no se puede señalar a un Santiago Solari que no está más, por lo que la responsabilidad del momento negro es de todos, jugadores y directivos… y viene el Clásico.