Cuauhtémoc Blanco es el máximo ídolo de la historia de América porque brillaba dentro de la cancha como ningún otro, aunque hubo otros futbolistas que ganaron muchos más títulos que el 10. Y justo que ahora se viene Atlas en el cronograma de la Liga MX, automáticamente se recuerda cuando el crack ´sacó a pasear´ literalmente a toda la defensa rojinegra en aquel memorable partido del Invierno 1998.

Fue un 3-1 contundente en el Estadio Azteca, el mismo escenario que albergará el cruce de la segunda jornada de este Apertura. Aquel tercer tanto, el del Cuau, fue un gol precedido de cruces, de declaraciones polémicas porque Cuauhtémoc y Héctor López, entonces zaguero central de los Zorros, nunca se quisieron.

En el tercer gol de las águilas, el fenómeno le robó la pelota en mediocampo a López, quien buscó derribar con el brazo derecho a Blanco, pero no pudo. Entonces, Cuau se enfiló al arco rival y se dio tiempo para burlar al arquero y, después, humillar a López con un quiebre que lo dejó en el piso, para al instante anotar.

“Lo arrastré como lo que es, un gato; lo dejé como un perro, me gusta demostrar lo que soy dentro de la cancha y no hablar fuera, como él”, señaló Blanco al término del encuentro con el grato sabor de la victoria. Era terrible…

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